Desde la cama de protesta de John Lennon a la pieza de arte sin hacer de Tracey Emin, algunas camas son mucho más famosas por otras cosas que por el simple hecho de dormir en ellas.
La cama humilde. No tendemos a prestarle mucha atención, a menos que nos esté causando una mala noche de sueño.
Pero desde las estrellas literarias hasta las figuras principales del mundo del arte, esa cama de famosos que ha dejado su huella en la historia en más de un sentido.
Aquí están las siete camas de famosos de todos los tiempos…
Las camas son lugares de gran pasión y el lugar donde nos encontramos cuando no queremos que los demás nos encuentren.
No es de extrañar que tantos artistas a lo largo del tiempo hayan utilizado imágenes de camas en su trabajo.
La cama de protesta de John y Yoko
La «cama» fue la famosa protesta de John Lennon y Yoko Ono por la guerra de Vietnam.
Inspirados por las protestas no violentas de las «sentadas», los dos pasaron una semana en cama en Ámsterdam y Montreal en 1969.
Los eventos fueron filmados y luego se convirtieron en un documental titulado «Bed Peace».
La sentada en Ámsterdam coincidió con la luna de miel de la pareja, y su popularidad general y exposición en los medios aseguró que su mensaje llegara a una amplia audiencia, convirtiéndola en una de las camas famosas de la historia.
Cuando la gente dice que los recién casados pasan toda su luna de miel en la cama no creemos que esto sea lo que tenían en mente!
La cama de hamburguesas de Elvis Presley
Esta icónica cama de terciopelo pesado se considera una pieza de recuerdos de rock and roll.
Diseñada por primera vez para Elvis Presley, alberga una serie de modernos artilugios, incluyendo un televisor y un equipo de música en el cabecero.
Bautizada como «cama hamburguesa» por la hija de Elvis, Lisa Marie, debido a su apariencia general como un bollo, la cama residió en el Salón de la Fama de la Música Country hasta 2007, cuando fue vendida en eBay por la asombrosa suma de 50.000 dólares.
Dado el amor de la estrella por las hamburguesas en su vida posterior, esta cama era definitivamente adecuada para el Rey.
«Mi cama» de Tracey Emin
Esta cama desordenada es también una obra de arte que ha sido expuesta en la Tate Gallery por la artista británica Tracey Emin.
Titulada «Mi cama», a menudo se ha referido a ella como una obra de arte confesional, ya que representa su lucha contra la depresión suicida después de una mala ruptura.
La cama se muestra en un estado de desorden abyecto, las sábanas arrugadas y manchadas con numerosos objetos esparcidos sobre y alrededor de ella, incluyendo condones, ropa interior vieja y revistas.
La cama fue finalmente comprada por el magnate de la publicidad y coleccionista de arte Charles Saatchi por 150.000 libras (unos u$s 195.000).
El ex-novio de Emin, Billy Childish, declaró más tarde que tenía una vieja cama suya en el cobertizo que pondría a disposición por 20.000 libras.
La Cuna del Rey de Roma
Este opulento pesebre fue la cama del único heredero de Napoleón, Napoleón II, que más tarde se convertiría en Emperador de Francia.
La magnífica pieza fue el resultado de la colaboración entre un número de prominentes artesanos del siglo XIX, incluyendo al escultor Pierre-Philippe Thomire, el platero Charles Nicolas Odiot y el pintor Pierre-Paul Prud’hon.
Más tarde se le dio como regalo a la madre de Napoleón II, la emperatriz María Luisa.
El famoso catre es visible en el fondo de uno de los retratos de la pareja del pintor François Gerard.
El joven emperador también recibió un saludo de 101 cañones el día de su nacimiento, pero creemos que probablemente apreciaba más la cama.
La cama de Van Gogh en Arles
Las pinturas del artista ahora se venden por cientos de millones en una subasta.
Pero en 1888, cuando pintó por primera vez su dormitorio en Arles, era un joven holandés sin dinero en el sur de Francia.
Tres versiones de la pintura sobreviven (se reunieron por primera vez este año en Chicago), y capturan brillantemente el uso único y magistral del color y la perspectiva de Van Gogh.
La gran cama de Ware
Esta colosal cama de cuatro postes de roble construida por el carpintero Jonas Fosbrooke en 1580 fue originalmente alojada en el White Hart Inn en Ware, Inglaterra.
Midiendo 10 por 11 pies, la gigantesca cama podía supuestamente dormir 15 personas cómodamente.
Muchos de los que usaban la cama tallaron sus nombres en los postes, e incluso se mencionó en La duodécima noche de Shakespeare.
En el siglo XIX la cama fue trasladada a otra posada de Ware, la Cabeza de Sarraceno, y después de un breve periodo en un jardín de recreo en los años 20 está ahora en exhibición en el Museo Victoria y Alberto de Londres.
El búnker del dormitorio de Winston Churchill
Algunos afirman que Winston Churchill ganó la guerra estando borracho.
Otros afirman que lo hizo desde su cama. Cualquiera que sea la verdad, y aquellos cercanos al Primer Ministro creen que ambas cosas pueden ser verdad, el conocido Primer Ministro no valoraba mucho el confort y el lujo.
Su búnker privado en Londres albergaba una zona de vivienda relativamente espartana, con una pequeña cama individual para el Primer Ministro.
Mientras Churchill vivió en numerosas residencias durante su mandato, este búnker de Londres es uno de los más famosos.
Ahora abierto a los turistas como parte del Museo de Churchill, el dormitorio privado es una de las varias habitaciones disponibles para ver, incluyendo las salas de guerra del gabinete y los búnkeres de seguridad aislados.
La famosa cama de Jackie Kennedy en la Casa Blanca
La Casa Blanca de los Kennedy era conocida por su estilo, y la joven Primera Dama Jackie no decepcionó.
Eliminando todo rastro de conservadurismo de los años 50 del interior de la Casa Blanca, la Sra. Kennedy convirtió el antiguo y rancio segundo dormitorio en algo un poco más interesante.
Aunque claramente un producto de los años 60, el dormitorio principal de Jackie Kennedy podría encontrarse fácilmente en las páginas de una revista de diseño de hoy.
Desde la elegante decoración hasta la cama gigante, es difícil criticar este dormitorio, especialmente en una residencia conocida por una decoración «clásica» algo rancia.
Playboy y la cama de Hugh Hefner
Probablemente es seguro asumir que la habitación favorita de Hugh Hefner en su mansión era su dormitorio. Aunque no necesitas una fuente para probarlo, él lo ha declarado oficialmente.
Hefner, a pesar de su línea de trabajo, era un asombroso hombre de negocios. Especialmente en su concepción, era increíblemente apasionado por el trabajo que estaba creando con Playboy.
Pero, Hugh no es el típico hombre de negocios. Si tiene que trabajar desde la cama, lo hará de la manera correcta.
Para él, esto significaba no sólo que su cama giraba, sino que también vibraba.
Además, y naturalmente, tenía un gabinete de aperitivos, suministros e incluso portavasos.
